Cuando Ben Simmons llegó a los Brooklyn Nets el pasado 10 de febrero, en un megacambio proveniente de los Philadelphia 76ers, el mundo de la NBA convulsionó de solo pensar el equipo que la organización armaría de cara a la recta final de la temporada regular y los playoffs.
A pesar de haber enviado a James Harden a los 76ers, los Nets recibían a Ben Simmons junto a Seth Curry y Andre Drummond, jugadores bastantes productivos en el circuito que se unían a la temible dupla ofensiva de Kevin Durant y Kyrie Irving, además de Blake Griffin, LaMarcus Aldridge y Patty Mills.
Un roster temible con figuras de experiencia que han rendido en todos los equipos donde han jugado y que con la llegada del dos veces All-Defensive auguraban llegar, al menos, a la la primera final del equipo desde la temporada 2001-2022. Algo, que en estos momentos, para lamento de la afición de los Nets, está muy lejos de suceder, por no decir que es prácticamente imposible que ocurra.
No solo Brooklyn está a un juego de ser barrido en la primera ronda de postemporada por los Boston Celtics, sino que Ben Simmons, ese joven de 25 años de edad que ingresará 33 millones de dólares garantizados esta campaña, no ha jugado un solo minuto en la 2021-2022 y al parecer no lo hará tras no estar en la lista de disponibles para el Juego 4 de la serie.
Así como lo leen. Tras varios días en los que se rumoraba que finalmente el base debutaría con los Nets y trataría de contribuir a un regreso histórico, según un reporte de Adrian Wojnawroski, de ESPN.com, Simmons amaneció, por enésima vez, con dolencias en la espalda y no verá acción este lunes por la noche.
¿Desde cuando que Ben Simmons no ve acción en un partido de NBA?
Recordemos que Ben Simmons no sabe lo que es jugar un compromiso de NBA desde el 20 de junio de la campaña pasada, cuando los 76ers perdieron el séptimo juego de la semifinal de la Conferencia Este ante los Atlanta Hawks. De ahí en adelante la historia del australiano ha sido una completa novela, alegando primero problemas de salud mental, que lo llevaron a no unirse a Philadelphia durante la primera mitad de esta campaña, y tras su cambio a los Nets ha aquejado constantes molestias en la espalda debido a una operación de hernia discal a la cual se sometió durante la pretemporada.
Pues dicha novela sumó un nuevo capítulo este lunes tras conocerse la noticia, la misma que por supuesto hizo estallar las redes sociales y que ha ocasionado la salida de varios reportes que señalan la incredulidad de varios persones de la organización con la situación de Ben Simmons.
Uno de ellos es el revelado por Brian Windhosrt, periodista de ESPN, en el que comenta que varias personas dentro de la organización parecen haber tirado la toalla con el caso del jugador.
“Cuando hablé con las personas involucradas, estaban exasperadas. Dijeron que se despertó, le dolía la espalda y no podía jugar. No había mucho más que decir. Prácticamente están ondeando la bandera blanca en este caso. Es extraordinariamente decepcionante”.
Brian Windhorst sobre cómo se sienten con el caso Simmons dentro de los Nets
Y si bien no podemos afirmar, ni tampoco creo, que el regreso de Ben Simmons a los tabloncillos pudiera haber ayudado a los Nets a ganarle cuatro juegos consecutivos de los Celtics, sin duda hubiese sido una señal de compromiso y competitividad por parte del Novato del Año de la temporada 2017-2018, a quien le resta un contrato, totalmente garantizado, por tres campañas y $113.6 millones de dólares.
Ese contrato que lo dejará jugando en Brooklyn hasta la temporada 2024-25 y que tendrá que utilizar para hacerle olvidar a la afición del equipo el por qué su falta de fiereza para salir a la cancha y ayudar, al menos 10 o 15 minutos, a un equipo que lo necesita y que lo recibió con los brazos abiertos.
Con esta actitud, Ben Simmons está demostrando que no está hecho para grandes momentos. Que si bien puede tener molestias, los lideres siempre guían a sus equipos ante las adversidades y él no está hecho para superarlas. No basta entrenar con tus compañeros y lucir trajes a la moda que resalten en el banquillo. Esto se trata de compromiso y de profesionalidad, esa misma que no ha tenido el jugador al dejar a entrever que podía uniformarse en el vital Juego 4 y que finalmente no lo hará.
Si bien Ben Simmons debería de estar recuperado del todo para el comienzo de la próxima campaña, él mismo se ha encargado de sembrar una gran duda dentro de la gerencia del equipo y sus propios compañeros. ¿Si no está listo para jugar postemporada tras casi un año calendario fuera de acción, estará listo para comprometerse al ciento por ciento el año que viene? ¿Si el equipo no es competitivo en las venideras zafras, sus molestias serán recurrentes? Su historial en Philadelphia hace dudar mucho de él y como dicen las malas lenguas: ¡cría fama y acuéstate a dormir!.