Pedro Oliveira
La guerra entre los dueños de franquicias, el comisionado del béisbol norteamericano Rob Manfred y la Asociación de Jugadores de la misma liga continúa y cada vez vemos menos probables que el Lockout de la MLB tenga una conclusión en las próximas semanas.
Todo lo contrario, las negociaciones que tomaron parte el fin de semana pasado no dio cabida a ningún tipo de avance importante en la negociación por un nuevo acuerdo colectivo en el béisbol de élite.
Manfred declaró a la prensa días antes de las reuniones, reiterando su positivismo en encontrar un la solución de la situación y que no habría necesidad de aplazar tanto el Spring Training como el inicio de la campaña, la cual aún cuenta con una fecha de Día Inaugural para principios del mes de Marzo.
Esta misma semana tanto los pitchers y los catchers se tendrían que reportar para comenzar su pre-temporada, y aunque ambas partes no tuvieron problema con que esto se llevara a cabo, el verdadero problema vendrá cuando estemos en la víspera del Spring Training, donde los equipos ya alinean a sus jugadores para partidos de exhibición, correspondiendo al 26 de Febrero como la fecha exacta donde se llevaría a cabo la primera tanda de estos.
Ambas partes sigue con una distancia demasiado evidente como para poder decir con certeza cuando se podría encontrar el acuerdo: la oferta por parte de la MLB y los dueños de las franquicias vino con mejoras indudablemente, pero siguen sin encontrar un punto medio o siquiera tratar todas las demandas de parte del sindicato de jugadores. Económicamente ambos lados están muy lejos de llegar a cerrar el nuevo tratado colectivo que pueda satisfacer a todos los involucrados.
Dentro de la nueva oferta, la liga no dio novedades en cuanto a los temas sobre la posibilidad de que los jugadores entren al sistema de arbitraje con menos años de servicio, ni hubo cambios acerca de una reestructura en la repartición de ganancias entre los todos los equipos de la MLB, para aumentar la competitividad en el béisbol incluso para equipos con mercados más pequeños que los que militan en ciudades grandes como New York o Los Angeles.
En lo que si hubo nuevos ofrecimientos de parte de la MLB, no terminaron siendo del agrado de la asociación de jugadores:
- Se amplió la cantidad de presupuesto necesario para activar el »impuesto al lujo» o luxury tax, de 210 millones de dólares a 214 para el 2022, que escalaría hasta llegar a la cantidad de 222 millones de dólares para el año 2026. Además de esto, eliminaría las penalizaciones anteriores donde si el equipo llegaba a tal cantidad, perdía selecciones para el draft de la MLB, pero se mantuvieron las mismas tasas económicas sobre las »multas» o »impuestos» que pagarían los equipos que superen la cantidad permitida. Los jugadores pidieron que la cantidad a partir de este mismo año sea de al menos 240 millones de dólares.
- El salario mínimo por jugador dependerá de sus años de servicio: menos de uno daría la cantidad de $615,000 dólares, más de un año por $650,000 dólares y para aquellos que superen los 3 años, la cantidad de $725,000 dólares. Esto, o tener un salario mínimo fijo y universal de $630,000 dólares y que los equipos sean capaces de aumentarlos a partir del segundo año de servicio (sin haber entrado al sistema de arbitraje) como vean conveniente. La unión de jugadores quiere un salario mínimo universal de alrededor de $775,000 dólares.
- El presupuesto para bonuses de jugadores que no han llegado al sistema de arbitraje recibió un aumento de 10 a 15 millones de dólares, con un panel de 6 expertos, 3 de cada lado, para determinar las decisiones con respecto al WAR de la campaña y además, solo los 30 jugadores con el WAR más alto serán elegibles para estos bonos. Los jugadores piden que el presupuesto sea de al menos 100 millones de dólares.
- Se aumentaron los intensivos para que las franquicias prefieran mantener a sus prospectos en las grandes ligas, incrementando la compensación de rondas de draft para aquellos jugadores que queden dentro de la votación de los principales premios de la temporada (MVP, ROY, etc.). A su vez limitaría las bajadas a ligas menores a sólo 5 por temporada, pero dando el control al equipo de limitar la cantidad de jugadores en ligas menores.
- La liga también ofreció protección para jugadores en próximos drafts: con el envío de un examen médico previo al Draft, los equipos estarán obligados a pagar el 75% del contrato según la posición donde fue elegido de manera obligatoria, sin importar el resultado de examenes médicos posteriores.
- Por último, la liga habilitaría la firma de prospectos que aun no estén listos para pasar por el sistema de ligas menores de la MLB, y darles la opción de mandarlos por un ano al béisbol universitario con un salario de $225,000 dólares.
Todo esto vendría incluido junto a las anteriores propuestas hechas en reuniones anteriores como el bateador designado universal, una lotería en las primeras posiciones del draft, la eliminación de compensaciones de draft a equipos por perder agentes libres, una postemporada expandida y otros detalles antes mencionados.
Aunque los dueños pueden levantar el lockout en cualquier momento y proceder las negociaciones conforme avance la temporada de béisbol, no han habido señales de que estén dispuestos a tal decisión aún con la pérdida de partidos implicada en mantener el estado actual de la MLB.
Los jugadores necesitarán de una oferta drásticamente diferente para comenzar a evaluar si aceptar las condiciones propuestas por su contraparte. Todo esto quiere decir, que seguimos lejos de poder béisbol en 2022, y en peligro de que la temporada se acorte o en el peor de los casos, se cancele.
