La estadía de los Buffalo Bills en el Highmark Stadium podría llegar a su fin en las próximas temporadas luego de que varios reportes señalan que la organización de la NFL está a punto de llegar a un acuerdo para construir un nuevo estadio.
Según Jason Wolf, de The Buffalo News, el anunció de una nueva edificación para los Bills no se dará esta semana, pero si en el transcurso del mes de marzo.
El nuevo estadio estaría ubicado igualmente en la zona de Orchard Park, en New York, y tendría capacidad de unos 60mil a 62 mil aficionados. Si bien la capacidad sería menor a los 70mil de la actual edificación, Wolf señala que el espacio de construcción del estadio pasará de 900mil metros cuadrados a un millón y medio.
Asimismo, el periodista destacó que los Buffalo Bills esperan abrir el estadio para 2026, luego de que un estudio de ingeniería hecho a comienzos de 2021 y realizado por DiDonato Associates, en nombre del condado de Erie, recomienda reemplazar el piso superior del Highmark Stadium en cinco a siete años, luego de que este fuera reforzado en 2018.
Los Bills tienen jugando en el actual estadio desde 1973, cuando en el condado de Erie abrió sus puertas el para aquel entonces llamado Rich Stadium. En 1997 pasó a llamarse Ralph Wilson Stadium hasta 2015, cuando cambió el nombre a New Era Stadium. Para 2020 volvió a cambiar su mote a Bills Stadium y desde el año pasado se le conoce como Higmark Stadium.
La polémica en torno al nuevo estadio de los Buffalo Bills
Si bien la apertura de un nuevo estadio siempre es esperada, para los contribuyentes del condado de Erie, en New York, podría no ser tan soñada.
Mientras varias ciudades en Estados Unidos han tratado de disminuir el uso de los impuestos para financiar nuevos estadios de deporte profesional, en esta ocasión los contribuyentes estarían a punto de pagar 1 billón de dólares (mil millones de dólares) de los 1.4 billones que se proyecta costará el estadio.
Aunque el acuerdo no está aún finalizado, este sería el estadio de la NFL que se construyera con la mayor contribución de la sociedad al aportar el 60% del valor total del mismo. En este aspecto superaría al Lucas Oil Stadium (de los Indianapolis Colts) y al State Farm Stadium (de los Arizona Cardinals).
Esta situación podría traer varias consecuencias para las actuales autoridades del condado, que se encuentran entre la espada y la pared. Ya que si bien deben velar por el correcto uso de los impuestos de la población, no ayudar a los Buffalo Bills a financiar el nuevo complejo podría traer como consecuencia una partida de la organización hacia otra ciudad que si esté dispuesta a hacerlo para conseguir una franquicia de la NFL.