Si te gusta la lucha libre seguro que te habrás preguntado muchas veces ¿Por qué los luchadores mexicanos usan máscaras?. La respuesta es sencilla, pero tiene una curiosa historia detrás que la hace muy interesante.
Hoy, en este artículo de JefeBet, queremos hablaros de la historia de las máscaras en la lucha libre, su función y por qué algunos la llevan y otros no. Sácate la venda de los ojos y acompáñanos por la cultura de lucha mexicana.
La razón por qué los luchadores mexicanos usan máscara
Historia de las máscaras en lucha libre
La lucha libre se inició en 1933 cuando el fundador de la Empresa Mexicana de Lucha Libra (EMLL), Salvador Lutteroth, fue espectador en EEUU de una pelea de Corbin James Massey.
Este deporte incipiente le pareció muy interesante y se trajo a Corbin a México. Allí se hizo llamar Ciclón MacKey. Su primera pelea en tierras latinoamericanas fue un completo fracaso y se marchó.
En 1934 volvió a México, pero no quería ser reconocido. Así que le pidió al zapatero de los luchadores, Don Antonio Torres, que le fabricara una máscara con el fin de pasar desapercibido durante la pelea.
La tapa, cómo también se conoce a la máscara, era tremendamente incómoda. Se movía y le limitaba la visión, además de provocarle un calor insoportable. Poco después, y gracias al buen hacer de Torres, se fue perfeccionando la confección de las máscaras para adaptarlas mejor y hacerlas más cómodas y seguras.
Corbin James Massey se hizo apodar ‘La Maravilla Enmascarada’ y empezó a escribir la historia de la tradición mexicana de la máscara en la lucha libre.
Las máscaras de lucha libre como trofeo
Cómo hemos comentado, una de las principales funciones de la máscara o tapa es la ocultación de la identidad, algo que, poco a poco, se fue poniendo de moda entre los luchadores.
Pero el papel de la máscara en la lucha libre mexicana va más allá de querer permanecer en el anonimato. También forma parte de la personalidad del luchador, representa su carácter.
Además, el hecho de ganar la máscara de un rival importante es uno de los máximos reconocimientos que puede tener un luchador. Al igual que, por contra, perder la tapa es uno de los peores sinsabores que un guerrero puede sufrir.
Este hecho, incluso, puede provocar un descalabro en su carrera, llevando al luchador hasta la retirada.
La industria de las máscaras de lucha libre
Gracias a los errores de la primera máscara realizada, se tomaron 17 medidas a la cabeza de Corbin para poder crear una máscara perfecta. Desde entonces, esas han sido las medidas que se siguen utilizando para la confección de todas las máscaras utilizadas por los gladiadores.
Hoy en día, como es lógico, existen distintos fabricantes de tapas de lucha libre. Inicialmente se elaboraban con piel de res o ternera, pero en la actualidad se usa mucho el poliéster.
Las destinadas para los profesionales son cosidas a mano y muy resistentes, ya que su cometido es aguantar los combates y evitar que se revele la identidad de los luchadores.
El tiempo que requiere su elaboración depende de varios factores, entre ellos el diseño y la habilidad del artesano, pero suele durar entre varios días y varias semanas.