Henry Roldán
A diferencia de otros deportes profesionales, los equipos de la NBA se desarman y se arman rápidamente. Tener una nómina más pequeña facilita las cosas para la gerencia, ya que pueden armar un equipo competitivo con un par de piezas importantes bien sea por vía cambio o con algunos millones disponibles en las cuentas de banco. Si pensamos en cuáles equipos de la NBA podrían, o deberían, restructurarse por completo para futuras campañas, estas son las tres principales organizaciones que se nos vienen a la mente.
3.- New York Knicks
La organización de New York, una de las más seguidas en el circuito, es uno de los equipos de la NBA que necesita atención urgentemente. Desde la campaña 1972-73 no saben lo que es ganar un título, desde la 1993-94 que no llegan a una final y en las últimas diez temporadas, sin contar esta, solo han llegado a postemporada en dos ocasiones.
Es por eso que para las próximas campañas los Knicks necesitan confiar en sus jóvenes. R.J. Barrett debería ser el nombre en torno a quien se construya el nuevo equipo, mientras se espera que Julius Randle le haga honor a su contrato de cuatro años y 117 millones de dólares, algo que no ha hecho hasta el momento.
Los Knicks necesitan mejorar aspectos importantes como sus tiros de campo o la defensa, aéreas en la que los jugadores que llegaron esta temporada no logaron rendir. Por eso, en New York se habla de una limpieza de nombres experimentados como los de Evan Fournier, Kemba Walker, Alec Burks, Derrick Rose y Nerlens Noelque, con la misión de llenar las arcas y para la campaña 2023-24, cuando la lista de jugadores libres disponibles sea más interesante, poder conseguir a varias piezas que le devuelvan la gloria a los Knickerbockers.
2.- Portland Trail Blazers
Si la sequía de títulos de los Knicks es larga, la de los Trail Blazers no se queda atrás ya que no saben lo que es ganar un campeonato de la NBA desde la temporada 1976-77, siendo su última final disputada la de la campaña 1991-92.
Por eso en Portland las alarmas están encendidas. En la organización parecieran no tener respuesta al poco éxito del equipo en las últimas postemporadas, clasificando a ocho en los últimos diez años, y llegando solo en una ocasión a las Finales de Conferencia. Esa falta de logros precisamente es la que parece haber llevado a uno de los equipos de la NBA a salir de un histórico como C.J. McCollum y se piensa que Damian Lillard firmará la extensión de dos años y 107 millones de dólares a la que podría acceder este verano, para luego ser cambiado.
Si bien sería doloroso para el equipo cambiarlo, si llega a firmar dicho contrato y lo retienen, los movimientos en la agencia libre serían muy limitados. En cambio, por Lillard podrían conseguir varias escogencias de Draft, como lo hicieron con McCollum, y armar un equipo joven en torno a Anfernee Simmons. Comenzar de nuevo sin Lillard y McCollum, dos hombres legendarios en la organización, que al final no lograron llegar al objetivo que se les había encomendado.
1.- Sacramento Kings
¿Qué podemos decir de los Kings? El equipo más longevo en la historia de la liga no consigue un titulo desde la campaña 1950-51, no sabe lo que es una postemporada desde la 2005-06 y desde que asumiera sus nuevos dueños, en 2013, tienen el tercer peor registro de toda la NBA.
Y es que Sacramento es un tanto incomprensible. Enviaron a su joven estrella, Tyrese Haliburton, a los Pacers por Domanta Sabonis, un jugador probado en el circuito cuando hablamos de ofensiva, pero que no pareciera reunir las condiciones para armar un equipo en torno a él. O al menos no lo ha demostrado desde que llegara proveniente de los Pacers hace unas semanas.
Con Sabonis y De’Aaron Fox luce muy complicado que los Kings puedan pelear con los poderosos equipos del oeste, por lo que comenzar nuevamente de cero, con varias escogencias disponibles suponiendo se hagan cambios por Sabonis y Fox, y de la mano de Davion Mitchell, parecen la mejor opción para el equipo. ¿El problema? Conociendo a la gerencia de los Kings y teniendo el control de Sabonis hasta 2024 y Fox hasta 2026, las posibilidades de cambio y de un borrón y cuenta nueva se ven muy lejanas.
