Henry Roldán
El personal de mantenimiento en las Grandes Ligas debe lidiar con muchas cosas antes, durante y después de un juego, incluyendo una amigable ardilla que decidió darse un paseo para ver un rato buen béisbol.
En el compromiso del lunes entre los Piratas de Pittsburgh y los Cachorros de Chicago, una simpática ardilla hizo acto de presencia en los jardines del PNC Park.
Durante el transcurso del segundo episodio, el animal obligó a que el juego se detuviera por algunos minutos mientras tres figuras del personal de mantenimiento recibieron la orden de retirarla del terreno.
Lo que ellos no esperan era que ni su cubo, ni su toalla y tampoco una red servirían de mucho ante la ágil ardilla, que no tenía en mente dejar de ver tan temprano el compromiso.
Finalmente la ardilla, tras jugar un rato con sus amigos humanos, se cansó y se escabulló por el bullpen sin darle la oportunidad al personal de consultarle si tenía entradas para el juego o se había colado en el estadio.
La ardilla de la suerte para los Piratas
La amigable ardilla no solo fue una atracción distinta para los presentes en el PNC Park, sino que los aficionados también pudieron disfrutar de una buena victoria de su equipo, los Piratas.
Como tocados por la presencia de el simpático animal, la novena de Pittsburgh fabricó tres carreras en ese segundo acto y cuatro más en el tercero para colocarle rápidamente cifras definitivas a su encuentro contra Chicago. El mismo que terminó 12-1 a su favor.
Los Piratas también ganaron el día martes, en esta ocasión por pizarra de 7-1, para afianzarse en el tercer puesto de la División Central de la Liga Nacional. Claro está, sin oportunidades de postemporada, pero con la alegría de haberle obsequiado una victoria a la ardilla de la suerte.
