Cuando los Cachorros de Chicago firmaron a la estrella de la Nippon Professional Baseball, proveniente de los Hiroshima Toyo Carp, nadie pensaba que Seiya Suzuki podría causar un impacto tan evidente con su madero en tan poco tiempo, pero en las dos semanas que hemos presenciado su talento en las grandes ligas, cada vez nos demuestra lo equivocados que estábamos nosotros con nuestras suposiciones.
El espectacular inicio de Seiya Suzuki en grandes ligas
El japonés ha dejado todo en el campo hasta el día de hoy, demostrando que sus números no eran sólo un espejismo en la liga oriental: .310/.403/.544 junto a 193 cuadrangulares, 632 carreras impulsadas, 618 anotadas, 210 dobletes y 102 bases robadas en 168 intentos a través de 1055 partidos y nueve temporadas desde que hizo su debut en 2013 a los 18 años de edad.
Con los Cachorros, quiénes poseen una marca de 6-4 hasta el día de hoy, tiene una línea de .400/.543/.960 con un OPS de 1.503, cuatro cuadrangulares, dos dobletes, 11 carreras impulsadas y siete anotadas en tan solo 25 turnos al bate y nueve encuentros con la escuadra de Chicago. Ha logrado dar imparable en nueve partidos consecutivos, empatando a Andy Pafko (quién lo hizo en 1943) como el único y último miembro de la franquicia en empezar su carrera con al menos un imparable en cada uno de sus partidos.
Ha sido tanta la sensación que no han pasado ni tres meses desde su llegada al continente americano y ya fue elegido como jugador de la semana por primera vez en su carrera, y por el momento no tiene competencia alguna por el premio de Novato del Año de la Liga Nacional, quizá hasta tenga participación en el premio MVP del mismo circuito viejo sí sus números siguen por el mismo camino en la mayor parte del año.
A sus 27 años su adaptación al pitcheo de las grandes ligas ha sido instantánea, habiendo hecho swing a sólo 50 pitcheos hasta ahora, alcanzando la base en 24 ocasiones, lo que indica la gran habilidad de veterano que guarda en su swing.
Es cierto que falta mucho por ver aún, como la evolución de su guante dentro del diamante y el ajuste que deberá hacer tarde o temprano en la campaña cuando los lanzadores lo conozcan más a fondo, esa será la hora de la verdad para el nipón, la hora en que la organización de Chicago verá si tienen en sus manos a una de las futuras estrellas de toda la MLB y otra oportunidad para competir en el más alto nivel al corto plazo.
Después de todo, un contrato de cinco años y $85,000,000 millones de dólares no se le da a cualquiera que ya venga cerca de sus 30 años y jamás vio un pitcheo de grandes ligas en su vida.
Es una lástima que Chicago se encuentre en plena reconstrucción, porque eso va a limitar la posibilidad de ver a Suzuki desenvolverse en una ambiente donde la competencia incrementa exponencialmente, como es la postemporada. Aunque quién sabe, sí el bate Seiya Suzuki sigue dando estos frutos, ¿sería capaz de lograr la hazaña llevando a los Cachorros en su espalda hasta la fiesta de Octubre? Parece una fantasía de fanático, pero a este paso, el cielo es el límite del japonés hasta que vuelva a bajar a la tierra.