Hiram Moreno
La época de «igualdad» entre nadadoras transgénero y nadadoras biologicamente femeninas parece haber llegado a su fin luego de que la Federación Internacional de Natación (o simplemente FINA) endureciera drásticamente las reglas para que las primeras puedan competir en eventos femeninos de élite.
Las nuevas reglas de la FINA comenzaron a ejercerse desde el pasado lunes, y la nueva «política de inclusión de género» solo permite participar a nadadoras que transicionaron de sexo antes de los 12 años, y el organismo también propuso realizar una «categoría de competición abierta».
Teniendo en cuenta que la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero tiene a los 14 años como la edad mínima recomendada para realizar un tratamiento hormonal y los 15-17 años para realizar una cirugía de cambio de sexo, la FINA prácticamente eliminó cualquier posibilidad de que mujeres transgénero compitan al más alto nivel.
James Pierce, vocero del presidente de la FINA, tuvo algunas declaraciones con respecto a esta decisión.
Esto no es decir que alentamos a las personas a transicionar a la edad de 12 años. Es lo que los científicos dicen, que si transicionas después de comenzar la pubertad, tienes una ventaja, lo que es injusto. No dicen que todos deberían transicionar a la edad de 11 años, eso es ridículo. No puedes hacer la transición a esa edad en muchos países y esperamos que no estes alentado a eso. Básicamente, lo que están diciendo es que no es posible para personas que transicionaron competir sin tener una ventaja.
James Pierce
Con respecto a la «categoría de competición abierta», la FINA mencionó que ya se encuentra trabajando con un comité que pasará los próximos seis meses investigando cual sería la mejor manera de establecer esta nueva categoría, la cual seguramente significaría tener más eventos de natación en el mundo, por lo que los detalles deben ser tratados con cuidado.
¿A que viene esta decisión de la FINA? ¿Qué ha pasado en el mundo de la natación?
La anterior política de inclusión de género de la FINA estaba resultando injusta para algunas competidoras, y estaba abriendo una brecha no deseada en el mundo de la natación.
En Marzo, la nadadora transgénero Lia Thomas hizo historia en Estados Unidos como la primera nadadora transgénero que gana un campeonato de natación de la NCAA. Además, Thomas batió todos los récords en natación en estilo libre en 200 metros y en 500 metros en la Universidad de Pensilvania, lo que causó un revuelo enorme no solo en el país, sino en todo el mundo.
Lia Thomas comentó en mayo que tenía como meta convertirse en una nadadora olímpica. Nancy Hogshead-Makar, quien es medallista de oro en los Juegos Olímpicos, escribió un artículo de opinión para el Daily Mail que tuvo como nombre: «No fue justo competir contra alemanes dopados y tampoco es justo que las mujeres compitan contra la nadadora transgénero Lia Thomas: esta es la razón».
La decisión no fue tomada a la ligera, ya que la FINA escuchó presentaciones de tres grupos de especialistas distintos: atletas, científicos y médicos, y un grupo de derechos humano, y tras discutirlo, el Congreso aprobó la nueva política con un porcentaje de votos a favor de 71.5%.
Como era de esperarse, las respuestas de grupos activistas a favor de la inclusión para atletas LGBTQ+ no tardaron en llegar, y seguramente resonarán durante varias semanas más.
