A poco menos de mes y medio para que comience la pretemporada de la NFL, Lamar Jackson y los Baltimore Ravens siguen sin llegar a un acuerdo.
Ambas partes han comentado que desean firmar lo antes posible una extensión de contrato, pero el río todavía parece muy lejos de traer piedras consigo por lo que el desempeño del equipo para la próxima campaña es una incógnita.
La actualidad de Lamar Jackson
El mariscal de campo es sin duda uno de los mejores del circuito en los últimos años y tanto él como los Ravens lo saben.
Sin embargo, el hecho de que Lamar Jackson no tenga agente y negocie personalmente con la ayuda de su madre, le ha puesto sumamente difíciles las cosas a Baltimore.
En diversas ocasiones la organización confesó no estar muy clara de cómo abordar la negociación con su estelar QB, más allá de que tengan las ganas de extenderle el contrato.
Esto ha traído consigo que por primera vez en su carrera no asistiera a los entrenamientos voluntarios de los Ravens y que su presencia con el equipo, en la pretemporada, esté en serias dudas a pesar de si haber asistido al minicampamento obligatorio.
Jackson ha confesado querer quedarse en Baltimore, pero su extraña forma de manejar las negociaciones tienen a muchos entre la espada y la pared.
¿Qué busca y qué se merece Jackson?
A pesar de lo difícil que es leer a Lamar Jackson no solo dentro del campo para los rivales, sino también para su actual gerencia, todos suponemos qué es lo que quiere conseguir con una extensión de contrato.
Si bien en su quinto año en la NFL ganará 23 millones de dólares, hay 15 quaterbacks en la liga que promedian más dinero que eso anualmente.
Para un jugador que cuenta con un MVP y una marca de por vida de 37-12, claramente ese monto no es el deseado ni el merecido.
Actualmente hay siete mariscales de campo con una ganancia mayor a los 40 millones de dólares por temporada y Jackson fácilmente está al mismo nivel de ellos.
Por esa razón, seguramente el egresado de Louisville intentará buscar un contrato que lo lleve a promediar esa cifra, sobre todo tras los 230 millones que los Browns le dieron a Deshaun Watson, quien en rendimiento está por debajo de Jackson.
Opciones y riesgos
Por supuesto que la primera opción de los Ravens es ofrecerle un contrato multianual a Lamar Jackson, uno que no pueda rechazar en primera instancia y que no alargue mucho más esta agonía.
Sin embargo, para los Ravens existe una opción más arriesgada de retener al mariscal de campo no solo porque podría hacerles gastar más dinero, sino porque podría ponerle fin a la estable relación que existe entre ambas partes.
Al ser una escogencia de primera ronda, los Ravens tienen la oportunidad de nombrar a Jackson como su jugador franquicia para la venidera temporada, con lo que lo atarían una campaña más mientras intentan seguir negociando con él.
Jugada que muchas veces no es bien vista por el jugador, quien toma medidas como la ausentarse del equipo hasta que sea dejado en libertad o consiga una extensión.
Y si bien en el caso de Jackson todo parece indicar que las cosas no llegarán hasta este punto, lo impredecible del mariscal de campo hace tener sobre la mesa todas las opciones posibles a pocos meses de comenzar la temporada 2022.