Henry Roldán
La estadía de los Buffalo Bills en el Highmark Stadium parece tener los días contados luego de que la organización llegara a un acuerdo con el Estado de New York para financiar un nuevo estadio.
Según reveló la propia gobernadora del estado, Kathy Hochul, el estadio tendrá un costo de 1.400 millones de dólares que serán pagados de la siguiente manera: $600 millones provendrán de los impuestos del Estado de New York, $250 millones serán puestos por el Condado de Erie y los otros $550 millones correrán por cuenta de los Bills.
Por su parte, los propietarios de la NFL no solo aprobaron la construcción del nuevo estadio, sino también otorgar a los Bills lo que se llama un préstamo G4, por un total de $200 millones, para cubrir los costos de construcción. Según las reglas de este programa, los propietarios de los Bills deben al menos igualar el préstamo tomando en cuenta que esta contribución ya se incluyó como parte del paquete de financiación.
“Entré en estas negociaciones tratando de responder tres preguntas: ¿Cuánto tiempo podemos mantener a los Bills en Buffalo, cómo podemos asegurarnos de que este proyecto beneficie a los hombres y mujeres trabajadores del oeste de Nueva York y cómo podemos obtener el mejor trato para los contribuyentes?”, explicó Hochul, nativa de Buffalo, en el comunicado publicado. «Me complace que después de meses de negociaciones, hayamos obtenido las mejores respuestas posibles».
Sin entrar en detalles, Hochul dijo que el proyecto, el cual dispone de una unión de 30 años entre el estado y el equipo, creará 10.000 empleos generados por la actividad económica de los Buffalo Bills, mientras que el estado proyectó que al ser el único equipo de la NFL con sede en Nueva York, este pueda generar al rededor de $27 millones en ingresos anuales directos para el estado.
«Como lo hablamos, dimos otro paso en nuestro objetivo colectivo de construir un nuevo estadio para la afición de Buffalo en Orchard Park. Agradecemos a la Gobernadora Hochul y a su equipo por su tiempo, esfuerzo y constancia a lo largo de este proceso. Si bien todavía quedan yardas por recorrer antes de cruzar la línea de meta, creemos que una asociación público-privada entre el estado de Nueva York, el condado de Erie, dirigida por el comisionado del condado Mark Poloncarz, y la NFL nos permitirá lograrlo”, expresaron en un comunicado los dueños de los Buffalo Bills, los hermanos Terry y Kim Pegula.
Este plan debe ser sometido a votación entre los contribuyentes del estado y del condado, y de ser aprobado el proyecto de ley de las nuevas instalaciones estas podrían construirse a tiempo para el inicio de la temporada 2026. Por su parte, el contrato de arrendamiento existente de los Bills con el estado y el condado se extendió hasta julio de 2023.
El estadio de los Buffalo Bills, el más caro para los contribuyentes
El acuerdo que podría aprobarse entre el Estado de New York y los Buffalo Bills se considera el mayor compromiso público para una instalación de la NFL y está destinado a asegurar el futuro a largo plazo del equipo en Buffalo con un estadio que albergará al rededor de 60.000 espectadores y que se construirá al otro lado de la calle del estadio actual de los Bills.
Según un informe del The Buffalo News, anteriormente el mayor compromiso de fondos de los contribuyentes para un estadio de la NFL llegó para el de Las Vegas Raiders, con $750 millones de fondos públicos dirigidos a la construcción del Allegiant Stadium, que se inauguró en 2010 y que tuvo un costo de 1.970 millones de dólares.
Sin embargo, si tomamos en cuenta el porcentaje total de las contribuciones y no el monto en dinero, ha habido divisiones más altas de fondos públicos y privados para las instalaciones de la NFL. Por ejemplo, los contribuyentes cubrieron el 86% del costo de $720 millones para construir el estadio Lucas Oil de los Indianapolis Colts, que se inauguró en 2008. Asimismo, el compromiso público para el estadio Paul Brown de los Cincinnati Bengals, que se inauguró en 2000, cubrió $425 millones de los $450 millones de costos de construcción.
En el caso de este nuevo estadio de los Buffalo Bills, si bien la carga del contribuyente del 60% se considera alta, la financiación acordada se ajusta históricamente. El estado y el condado han compartido alrededor del 73% del costo de construir, mantener y mejorar las instalaciones existentes de los Bills, ahora llamadas Highmark Stadium, que se inauguró en 1973, y que requerirían de 862 millones de dólares para ser renovadas por completo, según un estudio realizado en noviembre pasado.
