Luego de ser seleccionado en el draft de la NFL 2018 con la segunda escogencia global y transformar una campaña de increíble nivel durante 2018-2019, Saquon Barkley no ha podido volver a la forma que lo hizo triunfar como el Novato del Año Ofensivo de la liga en su temporada debut.
Una de las grandes causas de sus limitaciones han sido las lesiones que ha sufrido a través de las últimas dos campañas: con una ruptura del ligamento anterior cruzado (grado 3) junto a esguince de grado dos en su ligamento colateral medio en su rodilla derecha, que lo obligó a perderse el resto de la campaña 2020-2021, en adición a su tobillo derecho, que también ha sido causa de ausencias en multiples ocasiones durante las temporadas de 2019-2020 y 2021-2022.
El running back de 25 años sabe que tiene una carga sobre su espalda, queriendo demostrarle a la franquicia de los New York Giants que sigue siendo ese mismo jugador que irrumpió en el fútbol americano para convertirse en uno de los mejores dentro de su posición. La presión es aún mayor cuando sabemos que este es el último año del contrato de novato de Saquon, y determinará sin duda alguna su futuro en la NFL.
La furia de Saquon Barkley sobre los medios
»Mi mentalidad desde hace dos años para ser sincero, quiero salir a matar, volverme loco sobre el campo. No quiero sacar conclusiones de forma muy temprana igual. Es un largo camino de aquí a Septiembre y al inicio de la temporada. Siendo honesto, estoy cansado de lo que sea que escriban de mi, toda la mie*** que se dice de mi o este equipo. Quiero salir al campo y probarle a la organización que el jugador que draftearon (en 2018) sigue allí. Siento que tengo mucho que probar este año».
Saquon Barkley, sobre su rendimiento en la próxima campaña de la NFL.
Se puede entender la frustración de Saquon, al haber estado involucrado en rumores de cambio que lo tenían como un principal candidato para abandonar la franquicia neoyorquina esta pre-temporada. Sin embargo, el mismo admitió que Joe Schoen (gerente general) y Brian Daboll (head coach de los Giants) le aseguraron que no sería canjeado bajo ninguna circunstancia.
La campaña sensación de Barkley lo tuvo por encima de las 2028 yardas colectivas, con 1307 viniendo de 261 intentos de rushing (consiguiendo 11 anotaciones y 50 first downs por este medio) para promedios de cinco yardas por intento de rush y 81.7 yardas por partido. En cuanto a recepciones, logró cuatro anotaciones y 30 1D para un total de 721 yardas en 91 recepciones (de 121 intentos, 75.2% de efectividad).
Desde entonces, no ha podido lograr el mismo éxito sobre el terreno: combinándose para 1441 (2019) y 856 (2021) yardas totales en sus últimos dos años, donde disputó la misma cantidad de partidos (13 en cada zafra) para un total de 12 anotaciones entre ambas temporadas. Sus yardas en rushing han bajado hasta 593 en esta última campaña, pudiendo ser catalogada como el rendimiento más decepcionante en la corta carrera del RB.