Un fanático de Racing Club de Avellaneda se atrevió a llevar el cráneo de su difunto abuelo a la cancha para la semifinal de la Copa de la Liga Profesional ante Boca Juniors.
Definitivamente los amantes del fútbol tienen diversas formas de vivir su pasión, sobre todo los argentinos.
Es bien sabido por el mundo entero que Argentina es el país que vive con mayor intensidad la pasión futbolera. Los cánticos de las barras, los trapos en las tribunas repletas y así mismo las cábalas forman parte de su estilo de vida.
También están los que deciden teñirse el cabello con los colores de su equipo, o los que deciden tatuarse el escudo o alguna fecha de un momento histórico vivido con su club. Pero también están otros que optan por otro tipo de locuras.
Este es el caso de un fanático de Racing de Argentina que previo a la semifinal de la Copa de la Liga Profesional de su equipo ante Boca Juniors, además de llevar la camiseta de su cuadro bien puesta, también llevó el cráneo de su abuelo difunto.
Sí, leíste bien, un cráneo.
Fanático de Racing y el amor por su abuelo
El fanático de Racing fue entrevistado por ESPN y aseguró que su abuelo Valentín Aguilera hubiese querido estar en la cancha. “Es mi abuelo Valentín Aguilera, hincha de Racing a muerte. Racing es mi amor y mi abuelo también. Él quería estar acá”.
El aficionado argentino, en general, está loco, loco de amor a su club, y no hay dudas. Sin embargo, este fanático de Racing no es el único que ha hecho locuras que tienen algo que ver con difuntos.
En febrero de este año, en el Cilindro, la cancha de Racing, se esparcieron cenizas durante el partido contra Argentinos Juniors y el momento se viralizó luego de que algunos de los asistentes mostraran la evidencia.
Si el fanático de Racing que llevó el cráneo de su abuelo a la cancha lo hizo como cábala, lamentablemente no le funcionó, ya que La Academia, empató el partido por 0-0 en el tiempo reglamentario, pero perdió en la tanda de penales y fue Boca Juniors quien avanzó a la final de la Copa de la Liga Profesional.
Esperemos que después de llevarlo a presenciar ese encuentro, ahora le permita el descanso eterno.