La función principal de los deportes como eventos es el entretenimiento, en su mayoría debería ser por cosas positivas y durante el 90% de los casos así es, pero ese 10% restante son cosas que no deberían de haber sucedido porque la tradición e historia así lo dicta, un suceso nunca antes visto, momentos estratégicos que salieron increíblemente mal o la simple estupidez humana.
Independientemente de la causa, en esta nota vamos a cubrir los cinco eventos más humillantes para sus protagonistas o para el deporte en sí que hayan ocurrido en la semana, y doy mi opinión (personal) del por qué esto ocurrió (o al menos lo intento, sí no me quedo todo el artículo hablando pestes innecesarias, pero como el deporte, entretenidas). Damos inicio a la columna con los cinco momentos más vergonzosos en el deporte mundial esta última semana.
5.- ¿Cómo hicieron los Minnesota Timberwolves para perder dos ventajas de más de 20 puntos en un mismo partido ante los Memphis Grizzlies?
Este evento es algo que la verdad me cuesta mucho creerme todavía: he visto como un equipo de la NBA en una instancia tan importante como una serie de postemporada desperdiciaba una ventaja de 20 o más puntos en el marcado, pero, ¿Dos? ¿Dos ventajas de más de 20 puntos en un mismo partido? ¿Y te remontaron al final con una diferencia de casi 10 puntos? Tiene que ser la primera vez en mi vida que veo una situación tan vergonzosa para un equipo que llegó a los playoffs.
Los Minnesota Timberwolves llegaron a tener ventaja de 26 y 25 puntos sobre los Memphis Grizzlies en dos puntos distintos del partido, ¿El resultado final? Victoria de 104 a 95 de los Grizzlies. No sé si fue el hecho de que Chris Finch (head coach de Minnesota) se olvidó durante el último cuarto qué los timeouts se usaban y prefirió ver como Memphis le clavaba 21 puntos en posesiones consecutivas a su equipo, o sí fue porque Karl-Anthony Towns se cansó de toda la peste que habló durante el partido y sólo intentó dos tiros de campo en la segunda mitad, terminando el partido con ocho puntos en 34 minutos.
La explicación que sea, seguirá sin tener sentido en mi cabeza como se te escapa una diferencia tan grande dos veces en el mismo partido. Por suerte, los Wolves y Towns respondieron de gran forma y empataron la serie en el cuarto partido. Felicidades por eso, solo por eso quedan en la quinta posición del ranking.
4.- El choque de Daniel Ricciardo que dejó sin carrera a Carlos Sainz Jr.
Los accidentes en la Fórmula 1 pasan todo el tiempo, es algo que viene con el deporte, pero tampoco para ser tan imprudente como lo fue Daniel Ricciardo de la escudería McLaren, que se fue con todas en apenas la primera vuelta del Grand Prix de Emilia Romagna, llevándose por delante a un inocente Carlos Sainz Jr. que sólo estaba iniciando su carrera, y que además viene de: 1) Quedar fuera del GP de Australia por otro accidente 2) Renovar su contrato con Ferrari y dando un discurso super motivacional sobre lo mucho que iba a lograr esta actual campaña.
O sea, sólo vean la foto del pobre piloto español, se siente la decepción a través del casco y la pantalla. No es como que el australiano lo haya hecho adrede pero, te tenías que llevar por delante al que más ganas tenía de retirar la carrera ¿no? Y de paso, en la primera vuelta, ni siquiera recorrió el circuito completo, por Dios.
Red Bull terminaría ganando la carrera con Max Verstappen y Sergio Pérez en los primeros dos puestos, ¿El tercer puesto? Lando Norris, compañero de Ricciardo. Quizá sí Daniel se hubiese calmado un poco, ambos podrían haber sumado para su escudería, no es como que puedan competir con Red Bull, Ferrari o siquiera Mercedes (sin Hamilton por los momentos, no le pasó nada, solo se le olvidó conducir), pero mientras más puntos mejor para sentirte superior sobre los demás equipos ¿verdad?
3.- Otra derrota más en La Liga para la Xavineta
Alguien que por favor le quite los neumáticos a la Xavineta, porque en cualquier momento también se le van a estallar, así como ha perdido la correa del tiempo, la caja de transmisión, y probablemente tenga el motor fundido a este punto de la carrera. El FC Barcelona perdió nuevamente en La Liga, siendo derrotado por el Rayo Vallecano por un marcador de 1-0, en un partido donde se agregaron 11 minutos de adición en el segundo tiempo y aún así, ni un misero gol pudieron conseguir.
Me parece que estoy entendiendo algo mal: luego de ganarle al Real Madrid 4-0 en un partido donde tus jugadores y todos los medios de comunicación declaran que »están de vuelta» y planean competirle la liga a su máximo rival, terminaste no sólo eliminado de la Europa League contra un Frankfurt de 10 jugadores, ¿También quedaste a 15 puntos del líder doméstico? Que son una diferencia aún mayor de la que tenía el Barcelona durante la llegada de Xavi Hernández al banquillo (12 puntos al momento que se despide a Ronald Koeman).
La moreleja acá es que por más plata que gastes (55 millones por Ferrán Torres, tremendo negocio para el Manchester City), por más mediático que quieras ser, por más tweets y directos que haga Piqué, el Barcelona sigue estando en la misma posición de siempre: lejos de volver a la cima del fútbol europeo.
2.- La base por bolas intencional que le dieron los New York Yankees a Miguel Cabrera
En lo que se supone sería una celebración para todos los reales fanáticos del béisbol, el hit número 3000 de Miguel Cabrera representaba quizá el último suceso de tal talla por un bateador en los próximos cinco años como mínimo. Enfrentando al venezolano con dos corredores en base y dos outs en la baja de la octava, habiéndolo retirado en sus dos turnos previos sin mucho problema, ¿Cuál es la estrategia de los New York Yankees y su manager Aaron Boone? Exactamente, una base por bolas intencional.
Habrá muchos que dirán que es simple estrategia, dándole el respeto merecido a Miggy por todo lo que su bate representan en las grandes ligas. Personalmente, me parece una tontería galáctica: ¿De verdad está Boone tan asustado de un veterano de 39 años al cual le funcionan las rodillas de vez en cuando? Por favor.
Es la actitud más Yankee posible, »No, ante nosotros no vas a dar tu hit 3000, siguiente bateador». En un deporte que está cada vez más moribundo por su falta de innovación, reglas nuevas absurdas y con comisionados y dueños que no tienen ningún tipo de interés más allá del económico, jugadas como esta demuestran el por qué la MLB no va para ningún lado positivo en el futuro, por más que todavía hayan optimistas que lo quieren ver en la cima de nuevo.
1.- La fanaticada de los New York Yankees
¿Pensaste que sólo ibas a ver a los Yankees una vez? Pues no, y no me sorprende la verdad. A pesar de la barrida culminada del día de hoy ante los Cleveland Guardians, la cual ganaron de manera justa y dominante, lo que no fue justo fue el trato que tuvo la fanaticada de los Bombarderos del Bronx ante el equipo visitante. Primero, burlándose de la condición de Steven Kwan, quién se estrelló contra la pared del jardín izquierdo en el doblete de Isiah Kiner-Falefa que empató el partido, para luego intercambiar palabras con Myles Straw de forma innecesaria ¿Y luego culminar una remontada en el noveno inning lanzando cervezas y basura al equipo perdedor? Patético, simplemente patético.
Sean o no sean fanáticos reales del equipo, incluso para un fanático de los Yankees eso es caer bajo, nada pero que ser un mal perdedor, excepto, claro, ser un peor ganador aún. Oscar Mercado y Straw tuvieron que ser retirados del terreno por su evidente molestia ante los idiotas que estaban sentados en las gradas del jardín derecho. Y sabes bien que los equivocados fueron los fans, cuando los mismo Aaron Judge y Giancarlo Stanton tienen que acercarse en medio de la celebración por la victoria, para controlar a sus propios fanáticos.
No hubo ningún miembro de la organización del Bronx que justificara el comportamiento de su aficionados, porque no existe justificación para comportarte como un animal. Sí no sabes actuar en público, quédate en tu casa viendo el partido y escribiendo la opinión que nadie te pidió en tus redes sociales. Ojalá la MLB se pusiera los pantalones y evitara que esta clase de gente regresara al estadio, pero eso quiere decir que tendría que confiar en Rob Manfred para hacer algo lógico, que es lo mismo que pedirle que se comporten a los fanáticos de los Yankees que estaban lanzando basura al campo: inútil.