Pedro Oliveira
Oficialmente eliminados de cualquier tipo de posibilidades que los ponga en la postemporada, la campaña de Los Angeles Lakers en esta edición de la NBA ha terminado en un rotundo fracaso. Con un récord de 31-48 hasta ahora que lo distancian a tres juegos de diferencia con los San Antonio Spurs y con sólo tres partidos restando para terminar la fase regular de la zafra, con los Spurs teniendo el desempate a su favor, no hay manera de que los Lakers clasifiquen a la postemporada bajo ningún medio.
No sólo ello, también tienen su selección de primera ronda en el próximo draft comprometida ya sea con los New Orleans Pelicans o los Memphis Grizzlies dependiendo de su posicionamiento en la lotería. Realmente las cosas no podrían ser peor para los Lakers, y en esta lista traemos tres razones por las que la temporada del equipo dirigido por Frank Vogel fue tan decepcionante.
3.- La construcción del plantel
Hoy más que nunca estamos claros de que el hecho de juntar tres super-estrellas en un equipo de la NBA no te garantiza tener éxito, los Lakers son el ejemplo perfecto de ello: aún con las lesiones afectando gran parte de la temporada tanto a LeBron James como a Anthony Davis, incluso con ambos dentro de la cancha el equipo angelino era simplemente muy inferior a sus contrincantes, sobre todo quedó demostrado en la segunda mitad de la campaña, donde a pesar de compartir varias instancias en la duela, los Lakers jamás dieron la impresión de ser un equipo con bases sólidas para clasificar a la postemporada.
Y alegar que la química con Russell Westbrook »afectó» el rendimiento del equipo aún con LeBron y Davis en la cancha es una excusa inválida, porque el base estrella tuvo el mejor momento de la temporada en el último mes, y aun así, ni con los tres de vuelta lograron formar un grupo consistentemente correcto como para derrotar a sus oponentes directos (los Pelicans, los Spurs, por ejemplo).
Desde el inicio los Lakers no hicieron un buen trabajo en armar ni siquiera un quinteto inicial que se complementara entre sí, y para este tipo de cosas están las pre-temporadas, para crear un colectivo de jugadores capaces de dar el mejor nivel, sobre todo cuando fuiste campeón hace menos de tres años atrás.
2.- La debacle de Russell Westbrook
Para nadie es un secreto que la temporada de Westbrook ha sido la peor de su carrera en los últimos 10 años, los números lo dejan bastante claro: 18.5 puntos (en efectividad de 44.4%, 29.8% en triples), 7.4 rebotes, 7.1 asistencias, 3.8 perdidas de balón y un robo en 34.3 minutos a través de 78 encuentros en la zafra de 2021-2022. Hay que elogiar el hecho de que tales números puedan ser descritos como la peor temporada de un jugador, porque de haberlos promediado alguien como Talen Horton-Tucker, la conversación alrededor de este equipo sería completamente distinta.
De las fallas más grandes de Russell esta temporada, muchas vinieron fuera de la duela: la relación con el cuerpo técnico y el mismo Frank Vogel fue fatal, al no querer ajustarse a las necesidades de su head coach y negarse a abandonar su puesto de titular bajo ninguna circunstancia a pesar de que estaba pasando por una de las peores rachas de rendimiento en toda su carrera. La química en el vestuario también es una incógnita, con la constante guerra de indirectas en conferencias de prensa y entrevistas.
Y por último, fuera de la cancha, la guerra constante con los medios de comunicación y fanáticos del equipo nunca tuvo un descanso, y aunque este tipo de cosas podría salirse de las manos de Westbrook, su manera de manejarlo tampoco fue la más sabia para un veterano de su trayectoria. El ambiente mediático de Los Angeles fue demasiado para él. Dentro de la cancha, su estilo de juego fue básicamente el mismo, con decisiones de tiro completamente erradas, poca capacidad de trabajar sin el balón en sus manos, y su deficiente juego defensivo.
En su defensa, el cierre de campaña de Westbrook sí estuvo un escalón más arriba de las primeras impresiones que nos dejó, promediando los mejores números de toda la campaña y siendo una de las pocas razones por la cual los Lakers no fueron una burla total. Aún así, ni siquiera lograron asegurar un puesto en el play-in de la NBA.
1.- Falta de autoridad dentro de la organización
A fin de cuentas estos puntos antes mencionados se dan por una falta muy clara: la autoridad fue inexistente dentro de la franquicia de los Lakers durante toda la campaña. Empezando por Rob Pelinka, el vicepresidente de operaciones y principal encargado de todos los movimientos relacionados con baloncesto en el equipo. Independientemente de quién haya sido la decisión final de adquirir a Russell Westbrook, y la camada de agentes libres qué terminaron por poblar el plantel del equipo angelino, cuando todos concuerdan y pueden ver que tu equipo no funciona en absoluto, no importa que cueste: intentas arregarlo.
Más allá de ciertas firmas menores, los Lakers jamás se adentraron de lleno en un cambio para cambiar los fundamentos del plantel. Y aunque el mercado les jugara en contra casi toda la temporada por sus evidentes ineficiencias a inicios y mediados de la zafra, en la NBA siempre hay un negocio por hacer, no hay excusa alguna en la que Pelinka no haya encontrado algo para ayudar al equipo en alguna forma, sabiendo que mantener lo que estaba sucediendo en el presente no iba a llegar a ningún lado en absoluto.
Y por otro lado y no menos importante: Frank Vogel, head coach de los Lakers desde 2019, no tuvo la autoridad de definir una alineación titular, una rotación en la banca que permitiera crear química y un juego colectivo lo suficientemente competente para que su grupo se mostrara al menos, de manera competente en sus puntos más críticos. La falta de mano dura en decisiones como mandar a Russell Westbrook a la banca, los constantes cambios de esquema del cual varios jugadores se han mostrado confundidos, y probablemente, la influencia de LeBron James bajo cualquier decisión sobre el juego o armado del equipo (algo invisible para nosotros los simples fanáticos).
El baloncesto es un deporte de equipo, donde no sólo los jugadores toman parte y aportan para construir un equipo ganador, todos los miembros de la directiva, el cuerpo técnico, hasta el staff médico es esencial para que una organización alcance el máximo de los objetivos: ganar un campeonato. Los Lakers son el resultado de cuando en un equipo nada hace conexión, por más que tengas todos los nombres de estrellas que quieras dentro de la liga, sin las bases y fundamentos de un proyecto ganador, correcto, no llegarás a ningún lado.
