Henry Roldán
Luego de una temporada en la que quedaron a deber, los Sixers deben encontrar la fórmula para dejar a un lado su rápida partida de la postemporada y todo indica que una fiesta a todo dar puede ser el comienzo a la solución.
Dentro de las muchas fiestas que se celebran el 4 de julio como motivo del Día de la Independencia de los Estados Unidos, hay una organizada por el empresario Michael Rubin, que año tras años reúne a las más prestigiosas celebridades del mundo, incluyendo a deportistas.
En esta ocasión el turno le tocó a varios nombres importantes del equipo de Philadelphia como lo son Joel Embiid, James Harden, Tyrese Maxey y el nuevo integrante de los Sixers, el veterano P.J. Tucker.
Todos ellos fueron grabados bailando y disfrutando al máximo, como grandes compañeros de equipo y de vida, de la música del rapero estadounidense Meek Mill, quien fue uno de los encargados de animar la fiesta que se realiza en el exclusivo sector de The Hamptons, en Long Island, Nueva York.
Además de estar todos y cada uno de ellos vestido de blanco, un requisito indispensable en las fiestas de Michael Rubin, el cuarteto de los Sixers seguramente quiso mandarle una señal de fraternidad y unión a todo esa afición que ve con preocupación la poca conexión que hubo la campaña pasada entre Embiid y Harden.
Al ver estas imágenes muchos se estarán imaginando la gran química que habrá la próxima temporada en los 76ers al igual que una celebración parecida si logran alcanzar el anillo de campeonato de la NBA.
Los Sixers se potencian con la llegada de P.J. Tucker
Ya vimos como la llegada de un jugador con experiencia como P.J. Tucker puede revolucionar a un equipo como los Sixers.
Al jugador lo codiciaba media liga después de declararse agente libre y Philadelphia se pudo hacer con sus servicios, algo con lo que no solo ganan un excelente defensor y un buen tirador de tres, sino una figura que está acostumbrada a estar en equipos ganadores en los últimos años.
Tucker tiene seis temporadas consecutivas asistiendo a los playoffs de la NBA y hace dos años salió campeón con los Milwaukee Bucks. Ese bagaje en postemporada, así como su calidad es seguramente lo que emociona dentro de la organización y a los jugadores que la conforman.
Por eso ya se van de fiesta, ya hay química, ya sienten que pueden tener una gran temporada y tener una buena noche tras un momento de relajo y alegría durante las vacaciones de pretemporada.
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